miércoles, 16 de noviembre de 2011

El incierto futuro del Muelle de Mailhos

De cabeza, bomba, planchazo o bajando despacito por las escaleras de hormigón, parando en cada escalón mientras que poco a poco uno se va acostumbrando a la temperatura del agua, primero los pies, después hasta la rodilla, luego hasta la cintura, y desde allí : ¡Al agua!
¿Quién alguna vez no se ha tirado al agua desde el muelle de Mailhos? ¿Quién no nadó en estas aguas? ¿Quién no hizo la plancha, mientras miraba el siempre cambiante cielo de Punta del Este? ¿Quién no se sentó en la punta del muelle para ver algún atardecer?
Esta playita, una de las pocas que quedan en la península- junto con Las Mesitas, El Emir y la Playa de los Ingleses- es parte intrínseca de todos los puntaesteños. Si hacemos el esfuerzo, la mayoría de nosotros puede rescatar algún recuerdo que tiene este muelle como escenario.
A raíz de la construcción de la polémica ermita para la Virgen de la Candelaria en El Emir, unos cuantos vecinos, “Los indignados de Punta del Este”, como los llamo yo, un poco un broma, otro poco en serio, nos acercamos para apoyar a la Comisión de Patrimonio de Punta del Este en su quijotesca tarea de tratar influir en las decisiones municipales.
Fue en una de estas reuniones que me enteré que este verano la playita de Mailhos no va a estar habilitada para baños, según informó la Prefectura al Municipio de Punta del Este. Según lo que ha trascendido en breve veremos cartelería informando de esta decisión a los esperanzados bañistas de todos los extractos sociales que utilizan esta playa- ya que la disfrutan tanto los dueños de los departamentos vecinos, que pagan generosas contribuciones inmobiliarias por esta privilegiada ubicación-, como los numerosos empleados de negocios, restaurantes y edificios que durante la agitada temporada se pueden hacer de un momento para refrescarse con un baño de mar. La medida es tan democrática como antipática, a todos ellos, mejor dicho- a todos nosotros- nos van a estar prohibidos los refrescantes chapuzones desde el muelle de Mailhos.
“¿Por qué?” fue lo primero que atiné a preguntar. ”Porque el muelle está en muy mal estado, necesita ser restaurado y no hay presupuesto para hacerlo, este año es prioridad restaurar el muelle de la Isla Gorriti” fue lo que me dijeron. “Pero Mailhos está en pleno corazón de la península y lo usa muchísima gente” pensé. Quizás se está planeando algún importante desembarco en Gorriti que ignoro, pero tampoco me sorprende ya que los ciudadanos comunes y corrientes parecemos ignorar demasiadas cosas.
Matías Bartolozzi, el guardavidas de Mailhos, durante la temporada pasada, asistió a la reunión de la Comisión de Patrimonio y vecinos de Punta del Este, celebrada el 14 de noviembre en la Liga de Fomento, donde se trataba este entre otros temas. Allí expresó su preocupación, ya que el verano pasado tuvo que asistir a varias personas que se lastimaron en el muelle, e inclusive mandó cartas a la Comisión Técnica de Guardavidas, poniéndolos al tanto del mal estado del muelle y el peligro que esto representa “Si no se arregla van a seguir habiendo accidentes y problemas” dijo.
La realidad es que pocas personas le van a hacer caso al cartel de Prefectura anunciando que esta es una zona no habilitada para baños. Los rioplatenses no nos caracterizamos por ser precisamente muy obedientes a las prohibiciones, sean del tipo que sean, es más, basta que nos prohíban algo para que nos entren unas ganas locas de hacerlo.
Cuenta una vecina, Teresa Pérez Bourse que siendo niña vio construir el muelle con bolsas de arpillera rellenas de portland. Era la década del cuarenta, no había ni rastros de lo que hoy conocemos como Rambla Circunvalación, cuando Mailhos decide erguir un muelle para alcanzar el banco de arena frente a su casa y así evitar lastimarse con las rocas sumergidas.
El muelle sufrió los embates del tiempo, el banco de arena cambió su curso debido a la nueva escollera que alteró el flujo de las corrientes. Fue restaurado en más de una ocasión, y ha sobrevivido tormentas, huracanes y gobiernos de turno por más de medio siglo.
Se rumorea que no hay verdadero interés de restaurarlo, ya que la idea es agrandar el puerto y en el nuevo diseño no hay lugar para este muelle, ni para el sentimiento de pertenencia que esta playa despierta en el pueblo de Punta del Este.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es realmente lamentable lo que sucede con este iccono de la peninsula.asi en aras del llamado progreso van a permitir este despojo a la ciudadania leal de la punta. Que triste conducta.
Sugiero al senor Sader,que quizas conozca algunas ppersonas de peso en la politica local, con las que se pu eda formar un grupo para salvar esta playa y su muelle. Quizas que algun heredero del Mailhos que lo construyo le pueda interesar el tema, que incluso puede tener un aspecto propagandistico para la tabacalera. Lo mas probable que estas ilusiones mias, sean solo eso.
Seguramente el costo de la obra no puede ser un obstaculo para una Intendencia poderosa como la de Maldonado, que a menudo parece ser sensible a requerimientos empresariales como torres en lugares no adecuados, etc, etc