domingo, 19 de enero de 2014

Las cosas por su nombre

¡Cuánta tinta en diarios y semanarios manchando hojas y hojas! ¡Cuántas declaraciones al aire que no dicen nada! ¡Cuánto rodeo! ¡Cuánto eufemismo!
Parece ser que todos los años pasa lo mismo en Punta del Este. Hay una realidad que se vive día a día en la calle, en los comercios, en la playa, en cada una de nuestras casas. Por otro lado hay una serie de “intérpretes de la realidad” que se cuidan muy bien de no utilizar ciertas palabras, como si erradicándolas del vocabulario nos liberáramos de su influencia.
Según el psicólogo suizo Carl G. Jung “El acto de nombramiento es, como el bautismo, muy importante en cuanto a la creación de la personalidad. Se ha atribuido un poder mágico al nombre desde tiempos inmemoriales. El saber el nombre secreto de una persona u objeto es tener poder sobre él.”
Para empezar a promover un verdadero diálogo y buscar soluciones a ciertos temas es imperativo empezar por nombrar los problemas. Asignarles la palabra que les corresponde y no re-bautizarlos con algún eufemismo barroco que lo único que hace es dilatar el reconocimiento de una situación, que mientras tanto envalentonada, crece ante los ojos de todos. Algunos susurramos el nombre prohibido, despacito casi con vergüenza, sintiéndonos un poco transgresores y otro poco traidores de la patria.
Curiosamente en estos últimos tiempos he escuchado los nombres y las palabras que muchos se resisten  a pronunciar de la boca de extranjeros radicados en la zona. Quizás porque se sienten más libres y se creen con el derecho de exigir, ya que vinieron atraídos por una cierta calidad de vida que se les prometía. Ellos no tienen puestos públicos que proteger, ni reciben subsidios del estado.  Ellos no tienen por qué hacer “marketing positivo” de un lugar en el que muchas veces se les exige más de los que se les da.
Empecemos por darle a las cosas los nombres que les corresponden. Si ni siquiera las nombramos estas no desaparecen, sólo crecen creyéndose ignoradas. Al no reconocerlas les damos poder sobre nosotros. Pidámosles, exijámosles a los comunicadores compulsivos de buenas nuevas que se atrevan a pronunciar las palabras prohibidas. Digámosles que su afán de pintar que todo está “pum para arriba” siempre raya con lo ridículo y nos tiene aburridos. 

domingo, 5 de enero de 2014

Un Pepe para coleccionar

Como el Che Guevara, Marilyn Monroe o Mao Tse-Tung, la imagen de nuestro presidente José Mujica parece destinada a convertirse en un ícono pop rioplatense.
“En el futuro todo el mundo será famoso durante quince minutos” dijo el artista estadounidense Andy Warhol, uno de los padres del arte pop. Parece que en el caso de nuestro presidente José Mujica Cordano, los quince minutos de notoriedad se vienen estirando.
El viernes 3 de enero se inauguró en la Galería del Paseo en Manantiales la exposición del artista conceptual Martin Sastre, más conocido por ser el creador de “U from Uruguay” o el perfume del Pepe. Esta fragancia supuestamente realizada con esencias de las flores que cultiva el presidente en su chacra, fue presentada y rematada en la Bienal de Venecia en mayo del 2013. Se dice también que el comprador en esa oportunidad fue el multifacético empresario argentino Alan Faena quien pagó 50.000 dólares por la obra, 90% de los cuales serían destinados a la creación del  “Primer Fondo Nacional de Arte Contemporáneo de Uruguay” dedicado a artistas latinoamericanos.
En la exposición de la Galería del Paseo había otro frasco de “U from Uruguay” resguardado detrás de una vitrina espejada y un video que es parte de la obra. Este es una parodia de una publicidad de perfume, al son del bolero “Me importas tú” que tiene al propio Martin Sastre como protagonista de acrobacias, personificando a un arriesgado ladrón que termina abriendo una caja fuerte dónde se guarda el codiciado perfume.
La figura de Mujica no sólo inspira fragancias, en Mutate, una exclusiva casa de decoración en José Ignacio, aparecieron a la venta unos coquetos almohadones con la cara de nuestro presidente estampada.
¿Cuáles son las razones detrás del fenómeno Pepe para coleccionar?: ¿Frivolidad extrema? ¿Admiración? ¿Sentido de la oportunidad?  Probablemente una mezcla de todas ellas, bien al estilo del tango “Cambalache”.