sábado, 15 de diciembre de 2012

Punta del Este en la amarga espera

¿Por qué la espera tiene un sabor amargo?
Porque esperamos con una mezcla de incredulidad y dolida resignación  el fruto de la cópula entre el poder político y algunos grupos de interés. El retoño que empezó a gestarse hace bastante más de un año atrás, verá la luz por primera vez el martes próximo en la última sesión del año de la Junta Departamental.
Los ediles, nuestros representantes electos, se aprestan para votar el Plan Estratégico para el Eje Aparicio Saravia. La mayor propuesta de reordenamiento territorial de las últimas décadas.
Este plan de grandilocuente nombre, cuenta con varias obras públicas que no voy a enumerar, ya que han sido objeto de largos alegatos y escuetos volantes, repartidos en Maldonado en el mes de marzo.  La gran mayoría de los vecinos aplaudimos y fervientemente deseamos que estas obras de materialicen en los plazos previstos por la intendencia. Estas obras, nos dicen, traerán toda clase de bondades al departamento, coronados por los tan necesarios puestos de trabajo para nuestra gente.
En el último año los vecinos organizados han mostrado su descontento, no hacia una de las demonizadas excepciones como en otras oportunidades. En este caso han cuestionado la necesidad de una “kosher” modificación a la ordenanza de la construcción, tan populares en esta administración. Modificación que cambiaría la fisonomía de un barrio entero, aniquilando uno de los pocos pulmones verdes que nos quedan.
El barrio de Rincón del Indio se apresta a sufrir una transformación radical. Casi se podría decir que va arrasado, para ser reconstruido en un futuro incierto, con las directivas que el gobierno municipal y un grupo de poder le dictaron al renombrado urbanista argentino que avala este plan.
La intendencia impulsa empecinadamente un modelo de desarrollo que no contempla los intereses de los vecinos, no sólo de ese barrio, sino de muchos residentes y contribuyentes del departamento.
Eso del “departamento” es muy abstracto. Cuando hablamos de Punta del Este, Maldonado, Piriápolis, La Barra o San Carlos, hablamos de nuestra casa, nuestro hogar, barrios, vecinos, calles y espacios públicos familiares y queridos, que forman parte de nuestra identidad tanto individual como colectiva.
Esta prepotente reconversión de tierras, que solo necesita de dieciséis votos para ser aprobada, seguramente verá la luz la noche del martes 18 de diciembre.
El pedido de más de un millar y medio de vecinos del departamento, media docena de grupos vecinales y unas cuantas respetadas asociaciones civiles será ignorado. Los numerosos argumentos esgrimidos serán desoídos, y la aprobación de este ambicioso plan -de espaldas a los ciudadanos- nos dejará a muchos el sabor amargo de saber que nuestros representantes electos, se olvidan de cuál  es su verdadera función.  

domingo, 2 de diciembre de 2012

Alegría y Hormigón


¡Qué fin de año! Los agoreros que vaticinaban una temporada mediocre, tirando a mala tuvieron que tragarse sus lúgubres pronósticos y rendirse ante el brillo centellante de dos anuncios que nos dejaron a todos boquiabiertos.

Por supuesto que hablo del mega emprendimiento inmobiliario en Charrúa Hills  y del desembarco de una torre que lleva el apellido del mediático empresario inmobiliario norteamericano, Donald Trump.
¡Qué festín para la prensa local y nacional! Nuestros vecinos del otro lado del charco, verdes de envidia de ver asomar el peluquín rubio de Trump y su boquita fruncida, de este lado del r
ío. ¡Los brillos, los dólares, los chismes que vamos a cosechar!

Lejos quedó el recuerdo de las modestas y deslucidas medidas del ministerio para incentivar el turismo. 
Con estosanuncios hemos sido catapultados a las primeras ligas. Eric Trump, hijo  de “El Donald” (como lo llaman algunas medios estadounidenses) dijo que desde Dubai no veía tantas obras en construcción.

¡Todo es alegría y optimismo en el departamento de Maldonado!

Contentos deben estar los arquitectos Pieri, el padre, Adolfo, Asesor de la Dirección de Planeamiento Urbano, impulsando enérgicamente los emprendimientos y modificaciones a la ordenanza de la construcción  desde adentro, entre ellos la “nueva península” en altura en Rincón del Indio, y el hijo Jorge, miembro de la Sociedad de Arquitectos, diligentemente firmando estos mismos proyectos.
Ya tuvimos otra dupla parecida en una administración anterior, así que a los que fruncen el ceño, les podemos decir: “Si se hacía antes, ¿por qué no ahora?” 

Tenemos algunas cosillas que desentonan un poco con tanto oropel, pero son detalles mínimos que van a pasar desapercibidos desde el piso 22 de la Trump Tower o la  Zona Franca en Charrúa Hills. 

Citemos unos poquitos ejemplos para no ser mala onda, ya que está todo tan “PUM para arriba”:
La pasarela de la playa mansa que tuvo que ser clausurada por peligro de derrumbe, dejando a los desprevenidos cruceristas caminando por la calle, a merced de cuanta motito y ómnibus pasa. El hidrante tapado por el deck de un restaurant en la Calle 20, que fue en gran parte responsable de que los bomberos no pudieran empezar antes con su trabajo de apagar el fuego que consumía al emblemático edificio Biarritz. El Muelle de Mailhos, prácticamente hundido ya y clausurado, inutilizando una de las pocas playas que queda en la Península. Los graffitis  que adornan gran parte de los carteles y la fachada de un par de grandes edificios abandonados en la zona del Faro. El Centro de Convenciones, ese que justifica la creación de lo que es prácticamente una nueva ciudad, cuya licitación se prorroga ya que es un misterio si hay o no interesados en construirlo y gestionarlo. 

A riesgo de romper un poco con el tono entusiasta con que empezó este artículo, voy a terminar contando lo que dijo el viernes pasado en la segunda Audiencia Pública del Municipio de Punta del Este, una ciudadana alemana, residente uruguaya, que vino atraída por la calidad de vida y las bondades que promete Punta del Este en las ferias inmobiliarias y turísticas, a la que tan alegremente van nuestros jerarcas y asesores pagos con fondos municipales: “¿Existe en la clase política una fantasía de que los extranjeros son todos ricos, desinformados y bobos? ¿Piensan que los extranjeros son vacas de oro que no necesitan un mínimo de alimentación?”

Creo que el reclamo de esta señora, dicho en un castellano entrecortado con un fuerte acento alemán, resume el sentir de muchos los que aquí vivimos, trabajamos y soñamos. Su comentario se refiere a los extranjeros, pero se puede hacer extensivo a todos los vecinos de Punta del Este, que poco a poco vamos perdiendo la paciencia. 

domingo, 25 de noviembre de 2012

Un mundo de ficción


“La ficción se inaugura, no cuando el primer humano miente, sino cuando los demás reconocen su mentira y prefieren ignorarla.” (Jorge Volpi- “Leer la mente- El cerebro y el arte de la ficción”)


Es innegable, que vivimos en un mundo que tiene mucho de ficción.  Hay tantas cosas que el colectivo de personas que nos rodean- llámese familia, compañeros de trabajo, vecinos o compatriotas- elegimos pretender que nos creemos. Una infinidad de conceptos e ideas que damos como verdaderas, que son simplemente mentiras colectivas. A fuerza de repetirlas, terminamos aceptándolas como verdades.

Lo importante es la complicidad entre los miembros de los grupos arriba mencionados. Una vez que algún inadaptado empieza a cuestionar la supuesta mentira devenida verdad, la cosa se complica.

Tomemos por ejemplo una familia: Todo el mundo en el fondo sabe, que el hijo menor de la familia Pérez no sirve para nada (todos menos los Pérez).  Este benjamín sostiene el dudoso record de haber pasado por cinco trabajos en dos años, y a sus 33 años volvió a casa de sus padres después de convivir con su novia por unos penosos cinco meses (penosos para ella).  Sin embargo se dice entre los miembros de la familia que Pedrito es muy inteligente. Nadie se atreve a cuestionar esto abiertamente, aunque las pruebas de la tal inteligencia son escasas. En el inconsciente colectivo de la familia Pérez está instalada la idea de que este zángano de mediana edad es una lumbrera con mala suerte. Probablemente esta mentira fue fomentada hace casi tres décadas por la madre de Pedrito, desesperada por tener un hijo varón, pero el hecho es que la idea persiste y es aceptada por la mayoría de los miembros esta familia.

La publicidad se sirve de esta tendencia que tenemos los humanos de aceptar mentiras como verdades, si nos las presentan de una forma lo suficientemente atractiva. Una idea que nos llega simple, linda, azucarada, fácil de digerir, muchas veces es adoptada, deglutida y en algunos casos regurgitada como si fuera propia.

¿Cuántos eslóganes que no resisten demasiado cuestionamiento hemos repetido a lo largo de la historia?

“Maldonado Contigo Esta Mejor” ¿Con quién está mejor? ¿Conmigo? ¿Con la actual administración municipal? “Uruguay Natural” viene perfilándose como una de esas ficciones que elegimos tragarnos. Un país entero lo repite como un mantra,  a pesar que numerosos ejemplos ilustran que Uruguay ERA natural, cuando no había tantos interesados en invertir en mega minería, puertos de aguas profundas, colosales emprendimientos inmobiliarios que no responden a una necesidad de mercado, en zonas que todavía pueden ser consideradas como reservas.

No hay nada de malo en la ficción, siempre y cuando se limite a entretenernos, hacernos reflexionar o soñar desde una novela o una buena película. Lo preocupante es cuando esta empieza a sustituir la realidad y aunque en el fondo sabemos que algo no es cierto, nos resulta más cómodo aceptar la mentira que ir en contra del rebaño y ser esa voz que despierta al resto del sueño auto inducido.

¿No será hora que nos vayamos despertando?


miércoles, 31 de octubre de 2012

El suelo: ¿Recurso finito o elemento generador de riqueza?


Últimamente estamos ante una fiebre de reconvertir tierra para permitir mayor edificabilidad. Las modificaciones a la ordenanza de la construcción son propuestas y en la mayoría de los casos aprobadas, sin demasiada alharaca. En el último periodo de gobierno del Frente Amplio se votó en la Junta Departamental una resolución polémica a mi parecer, por no decir escandalosa, en la que se permite modificar la ordenanza de la construcción con apenas 16 votos, cuando antes se necesitaban 21. Para aprobar una excepción se necesitan 19.

Dice el artículo 21 del TONE (Texto Ordenado de Normas de Edificación): Excepciones- La Intendencia Municipal con informe favorable y fundado en las Oficinas Técnicas competentes, podrá autorizar permisos o gestiones de construcción que se aparten en puntos faltos de identidad del presente Texto Ordenado de Normas de Edificación. Cuando la excepción se refiera a áreas, alturas o retiros, deberá ser debidamente fundamentada por el gestionante, contar con los informes técnicos respectivos, la opinión favorable del Sr. Intendente y pasar por la Junta Departamental, requiriéndose la anuencia de este órgano, una mayoría otorgada de 3/5 de votos del total de sus integrantes. (Decreto 3857/09 del 17/11/2009)

Yo me pregunto: ¿No es más significativa una modificación a la ordenanza de la construcción que una excepción? Las excepciones crean precedentes, pero como su nombre bien lo señala, son modificaciones puntuales a proyectos específicos. Estas tienen el problema de que los beneficiarios son fácilmente identificables y fueron utilizadas en demasiadas oportunidades por administraciones anteriores. Su sola mención hace que muchos empiecen a mirar a su alrededor con ojos acusadores y el dedito pronto para señalar a él o los culpables de algunas moles que modificaron para siempre el paisaje urbano de nuestro balneario.

Por otro lado, las modificaciones a la ordenanza, son permanentes e irreversibles. Una vez aprobada y permitida mayor edificabilidad en una zona, es prácticamente imposible que este cambio se revierta, ya que traería aparejado una serie de juicios y demás problemas engorrosos para el gobierno municipal.

Yo me pregunto: Cuando se abusa de las modificaciones a la ordenanza de la construcción, reconvirtiendo tierra a diestra y siniestra, cambiándole el carácter a barrios enteros sin darle participación a la gente que allí vive o tiene inmuebles en esas zonas, ¿no es esto todavía peor que las excepciones?

El territorio no es valorado como un patrimonio común o un recurso limitado, sino como un elemento generador de riqueza. En un lugar donde los recursos siempre parecen escasear –aunque los últimos años no hayan sido precisamente de vacas flacas para nuestro departamento, ni la región - la necesidad de generar riqueza es considerable, y lo más fácil parece ser echar mano a tierra sin desarrollar o según los criterios imperantes “subutilizada”.

¿Por qué digo según los criterios imperantes? Porque impera la lógica del desarrollista, esta reina suprema por sobre los intereses de los habitantes comunes. ¿Y qué quiere el desarrollista? En la mayoría de los casos: mayor edificabilidad.

El suelo es un recurso finito, y toda reconversión, toda rezonificación debe ser sopesada con extremo cuidado. La modificación a la ordenanza de la construcción es la herramienta mediante la cual nuestros gobernantes están decidiendo no sólo el futuro de un territorio en particular, sino que pueden estar cambiando la esencia, el destino de una comunidad, ya que es los habitantes están indefectiblemente ligados al territorio en que residen y todo lo que en él ocurra los afecta de una manera directa y muchas veces irreversible.

“El urbanismo es político, y está cargado de intencionalidad, no es una cuestión puramente técnica” dijo la Doctora Silvana Pisano, arquitecta con un doctorado en “Dinámicas Territoriales y Estrategias de Desarrollo” por la Universidad Complutense de Madrid,  quien fue la principal disertante en el taller  “Las mujeres y el Plan Local de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano”  el último de una serie de encuentros que organizó la Red de Mujeres Políticas de Maldonado, que tuvo lugar en la Junta Departamental el sábado pasado.

Es por su carácter de permanente y condicionante de la vida de la población y economía de un departamento, que considero que es escandaloso que se necesiten menos votos para modificar una ordenanza de la construcción, que para aprobar una excepción. La primera es igualmente o más importante que la segunda y no deberían ser aprobadas, ni a las apuradas, ni en momentos en que la mayoría de la población se encuentra distraída en otras cosas, como ser los últimos días del año.

Es inadmisible que cambios tan importantes se cocinen entre gallos y medianoche, como se dijo de la modificación a la ordenanza autorizando hoteles en el casco de José Ignacio, que fue aprobada en las primeras horas del 14 de diciembre del 2011, a libro cerrado, sin debate ni oradores.

Esperemos que el final del 2012 no nos traiga aparejado sorpresas de este tipo.


domingo, 7 de octubre de 2012

El Día del Patrimonio en Punta del Este


Este domingo pasado, lluvioso y frio, se me ocurrió preguntar por twitter: “¿Dónde se puede ir en Maldonado por el Día del Patrimonio? ¿Algo para sugerir?”  
A los pocos minutos recibí una respuesta del periodista y amigo Alexis Cadimar, en que me recomendaba entrar en el sitio web de FM Gente, donde había un link a una guía publicada por el Ministerio de Educación y Cultura en la que había una lista de actividades y lugares para visitar en todo el país. Raudamente bajé el documento y busqué el departamento de Maldonado.
Grande fue mi sorpresa al ver que lo único que había listado para visitar en Punta del Este era el edificio de la Prefectura. No sé qué pasó, si Punta del Este se durmió el día en que había que mandar la información para esta guía que consta de casi cien páginas, pero cuesta creer que lo único digno de ser visitado en nuestro principal balneario sea este edificio.
Ya francamente decepcionada hice una búsqueda en Google y allí me aparecieron las recomendaciones del Municipio de Punta del Este. Magras y escuetas por decir algo. Al edificio de la Prefectura se agregaba una muestra de Ana Baxter en el Museo Ralli, autos clásicos frente al Edificio de la ANCAP en Gorlero, el Museo Policial de Punta del Este y una misa criolla en La Candelaria.
Intrigada ante tan poca oferta, decidí buscar en la página web del Diario Correo de Punta del Este. Allí había una lista más completa de actividades. En la jurisdicción de Punta del Este a los lugares anteriormente mencionados se agregaba una muestra de arte en el Centro Cultural Kavlin.
Nos preciamos de ser un balneario de renombre internacional. Los discursos y planes estratégicos de nuestras autoridades, todos mencionan el “desestacionalizar”,  el alargar la temporada como una de las  principales preocupaciones y justificativos, que requiere de centros de convenciones y predios feriales, universidades, polos gastronómicos, más hoteles y otras grandes obras de infraestructura.
Este fin de semana pasado fue feriado argentino y a pesar de las restricciones cambiarias, mal tiempo y demás avatares algunos valientes hay en la vuelta. A nuestros visitantes y residentes les podríamos haber ofrecido un circuito cultural, bien publicitado. Edificios y lugares no nos faltan, solamente organización, voluntad y un poquito de planificación. 

domingo, 15 de julio de 2012

Una historia que se repite...


No es privilegio de Punta del Este ser la cuna de proyectos fabulosos que quedan por el camino. Casi todas las ciudades con aspiraciones a las grandes ligas tienen unos cuantos en su haber.
Natal, al norte de Brasil, por ejemplo, protagonizó un papelón considerable, cuando en 2007 anunció con bombos y  platillo, usando de portavoces al almibarado Antonio Banderas y el entonces crack de fútbol Rolando: el Grand Natal Golf. Un mega desarrollo inmobiliario con 35.000 viviendas de lujo, 5 canchas de golf, varios hoteles y otros atractivos. Un par de años más tarde, de todo esto sólo quedaron las fotos de los funcionarios municipales con los famosos, la maqueta y el mal recuerdo para la administración promotora del fiasco.
También del norte de Brasil,  proviene Lagoa de Coelho. Otro desastre de proporciones épicas, maquinado por un desarrollista español que terminó detrás de rejas. Este emprendimiento constaba de casi 13.000 viviendas. Con una oferta basada en unas buenas comunicaciones por avión, un lugar paradisíaco y una magnífica relación calidad-precio, logró firmar 600 contratos, con lo que recaudó 15 millones de euros -el dinero que todavía debe a sus ilusos clientes-. Inclusive hoy en internet se puede encontrar un foro de los damnificados por Lagoa de Coelho, dónde la gente hace una suerte de  terapia de grupo, ventilando su frustración.
Otro caso en las Américas, en este caso en el hemisferio norte, es el Campeche Playa Golf Marina & Spa Resort. El proyecto arrancó en febrero de 2006 y se trataba del mayor complejo turístico residencial que promovía una empresa española en el golfo de México. Constaba de 3.045 viviendas, un hotel de cinco estrellas con 500 viviendas, una marina deportiva para 150 embarcaciones, un biocentro de conservación de una especie de tortugas en vías de extinción y un campo de golf diseñado por el famoso golfista Jack Nicklaus.  El proyecto quedó por el camino y sólo se construyeron tres edificios en la playa  y ni miras de empezar el resto. Ni campo de golf, ni marina, ni tortuga, ni nada.

Punta del Este tampoco se queda atrás. Nuestro balneario tiene unos cuantos mega emprendimientos fallidos en su haber.
Uno de los más mediáticos ocurrió en los años sesenta. Punta del Este entero se estremeció cuando corrió el rumor que el popular crooner Frank Sinatra compraría la isla Gorriti para construir un hotel con casino privado. Se armó flor de desbande. A tal punto que varios organismos y reparticiones estatales decidieron que la isla estaba bajo su jurisdicción. La Intendencia de Maldonado, el Ministerio de Ganadería, la Armada y otras más aseguraron que la isla era de ellos. Mientras tanto Sinatra no llegaba aunque los trascendidos anunciaron que su desembarco era inminente. Pasaron los días, los meses y los años. Sinatra nunca apareció, En realidad, ni sabía de la existencia de Punta del Este. Lo único bueno que quedó de esto fue una investigación llevada adelante por el abogado Lagarmilla que confirmó que la isla fue cedida en 1957 por el Ministerio de Ganadería a la Intendencia. Así que algo dejó después de todo.
Años más tarde le tocó el turno a La Carolina.  Se planeaba hacer un puerto para 500 yates, hotel con casino, fraccionamiento espectacular. Hubo un gran debate en la Junta Departamental y flor de polémica.  A pesar de la resistencia de algunos, el proyecto fue aprobado. Veinte años después ni puerto, ni hotel ni nada. Ni siquiera el recuerdo.
Cerca de La Carolina, en la desembocadura del arroyo El Potrero se encuentra el famoso proyecto de puerto náutico con desarrollo, hotel, oficinas públicas y demás atracciones. Todavía no fue aprobado.  Los dueños, unos porteños, quieren que el estado expropie 300 hectáreas del predio de un conocido  empresario brasileño para anexar al proyecto. Después de veinte años sigue el trámite.
También del departamento de Maldonado, pero esta vez más cerca de Piriápolis, viene otro proyecto fallido. Durante la gestión de un intendente colorado, se anunció la llegada del famoso circo brasileño Beto Carrero en el pueblo Gregorio Aznárez.  Este aprovecharía la infraestructura de la desaparecida Agroindustrias La Sierra para montar el parque de atracciones muy famoso en el Brasil, lo que favorecería el desarrollo en los alrededores. Ni trapecistas, ni mujer barbuda. Sólo payasos y no los de Beto precisamente.
Más cercano en el tiempo, tenemos el puerto de cruceros de Piedras del Chileno con hotel, locales comerciales y servicios. Todo esto acompañado de una importante modificación de la ordenanza de la construcción para gran parte de la zona. Por ahora, nada.

En el teatro de la vida, la mayoría de estas historias de tierras comienzan de la siguiente manera:
Los protagonistas: el  intendente, alcalde, presidente u otra autoridad gubernamental con poder de decisión y peso político. A este le sigue el dueño de la tierra, empresario o grupo que maneja el inmueble en cuestión. Este personaje aparece poco en escena, pero es muy activo entre bambalinas. Acto seguido tenemos al urbanista, arquitecto u otro profesional, a quien generalmente le toca un monólogo en el que tiene que dar una fundamentación teórica un poco críptica, de las decisiones tomadas a priori por los dos primeros personajes. Esta decisión generalmente implica una reconversión de la tierra, una mejora que beneficia al terrateniente.  Después de esto, cuando ya está desarrollado el tema, planteado el conflicto, aparece el coro. La misión de este es repetir con entusiasmo el estribillo, el mensaje de las bondades que van a traer las decisiones tomadas por los dos primeros personajes, utilizando las palabras bonitas que les sopló el tercero. Con esto se busca entusiasmar a la audiencia, generalmente bastante apática al principio, pero a menos que sienta que va a ser perjudicada directamente, la mayoría de las veces termina dejándose convencer y repitiendo el estribillo con el coro.

De esta manera se han gestado decenas de proyectos en Punta del Este y otras partes del mundo. Algunos de ellos prosperaron, muchos quedaron por el camino.

En este momento hay un plan de características considerables a consideración de nuestros representantes: los ediles de la Junta  Departamental. Este propone la reconversión de tierra de unos particulares en Rincón del Indio que habilitaría la construcción de una “nueva península” con torres de 22 pisos.

Esperemos que en esta época de incertidumbre regional y mundial prime la memoria y la cordura.

domingo, 1 de julio de 2012

La desgracia del paisano


Llegó montado en su yegua mora, y en lomos de ella se fue, una tarde de niebla.
Se llamaba Alberto, andaba por los cuarenta y pico, era robusto, más bien panzón, con la cara curtida por el trabajo al aire libre y las manos callosas de sujetar lazos, riendas y palas.
Venía de las afueras de Piriápolis. Su destino: un trabajo como peón en un coqueto haras en José Ignacio.
Algo tendrían que haber sospechado los dueños del establecimiento, cuando el hombre seguía sin aparecer, diez horas después de decirles "Salgo para ahí". Se lo hacían viniendo en una Yasuki o una Winer, o cualquier otro caballo de metal chino, como la mayoría de los trabajadores que conocían. Grande fue la sorpresa cuando a las 3 de la mañana reciben un llamado, avisándoles que hay un paisano perdido a la altura de la Boya Petrolera, preguntando por su haras.
Alberto llegó pocas horas más tarde en lomos de su mora, con su poncho, sus botas, su sombrero, sus talegos, y un facón con mango de carpincho que –siguiendo las viejas costumbres del campo, como forastero en un lugar nuevo- entregó dócilmente a la encargada del harás para que lo guardara bajo llave.
El hombre se reveló como un trabajador voluntarioso. Carpía, paleaba bosta, cortaba el pasto, se entendía bien con los caballos, inclusive mejor que con los humanos. Hablaba rápido y para adentro, comiéndose las letras. El resto de los que allí trabajaban apenas podían entender lo que él decía. A pesar de esto, pronto empezaron a apreciarlo.
Alberto tenía un sólo defecto: le gustaban demasiado el Dunbar y la caña.
Después de dos semanas de duro trabajo, finalmente le tocaron un par de días libres y el paisano se fue a un baile de la zona. No se sabe que fue lo que allí pasó, pero el hecho es que el día  en que le tocaba reintegrarse, Alberto no apareció hasta el mediodía. Cuando lo hizo fue para anunciar que renunciaba. Olía a alcohol y aunque era un hombre acostumbrado a la intemperie y a la dura vida de campo, se emocionó un poco cuando le dijo a sus empleadores que tenía que irse, sin precisar demasiado porqué. Estos trataron de disuadirlo, pero el hombre sacudía la cabeza, negándose a escuchar razones. Su decisión estaba tomada. A modo de explicación, solamente dijo "No quiero que me güelva a pasar lo mesmo."
Ensilló su mora, que la tenía desde potranca, cargó sus escasas pertenencias, esperó que le devolvieran su facón y partió al tranquito, cabizbajo, resignado. Un hombre recio como él, había sido derrotado una vez más por el vicio.
Alberto es uno de tantos hombres del campo uruguayo que sufren una suerte parecida. Según la Junta Nacional de Drogas, hay en Uruguay unos 260.000 consumidores problemáticos de alcohol. Muchos de ellos están en el medio rural y sobrellevan su triste suerte en silencio. Los hemos visto acodados en los mostradores de pulperías y whiskerías de los pueblos del interior. Son la otra cara de nuestro campo, de la cual poco se habla.



sábado, 23 de junio de 2012

La ciudad de los corazones solitarios


Tienen alrededor de treinta años. Bien remunerados como ejecutivos de compañías líderes.  Profesionales universitarios. Hablan varios idiomas que aprendieron en colegios bilingües y perfeccionaron en pasantías e intercambios en uno y otro lado del océano Atlántico. Suben y bajan de aviones con la mayor naturalidad. Se mueven por el mundo con un total desparpajo. Se los puede ver, siempre apurados, en los aeropuertos de las grandes ciudades, con su  ropa de marca y un aire un poco distante, mientras escudriñan sus iPhones o Blackberrys, en busca de un contacto virtual con otro ser humano. Niños grandes y privilegiados con juguetes caros.
Cuando la semana laboral termina, y la tarde del viernes empieza a oler a fin de semana, David busca excusas para quedarse un par de horas más en su confortable oficina con vista a la 5ta Avenida. Prefiere ahogar en el trabajo la perspectiva de otro fin de semana solitario en la gran ciudad. David tiene 36 años, habla cinco idiomas, es francés,  buen mozo y gay. Su trabajo para una multinacional especializada en el embalaje de cosméticos, lo ha llevado a vivir en megalópolis como San Pablo y Los Ángeles. Uno diría que Nueva York es la ciudad perfecta para alguien como él. Sin embargo los viernes le pesan,  me confesó. Estos días son un recordatorio constante de lo difícil que le resulta encontrar un compañero con el que compartir más que un encuentro casual.
En  uno de los ombligos del mundo, como lo es esta metrópolis encantadora y despiadada, las relaciones humanas están marcadas por una urgencia y una visión utilitaria que la mayoría de nosotros -los que vivimos en lugares pequeños- sólo podemos imaginar.
¿Qué podés hacer por mí? ¿De qué me podes servir? ¿Invierto mi valioso y escaso tiempo conociéndote? "Más que conociendo a alguien, parece que uno se estuviera preparando para una entrevista de trabajo",  me decía David, cansado de varios intentos infructuosos de relacionarse con alguien que tenga una visión del mundo parecida a la suya.
El caso de David no es raro. En mi reciente viaje conocí a una amiga suya, Amanda, inglesa de treinta y pico, atractiva sin ser una belleza, con un excelente puesto para la firma de artículos de lujo Louis Vuitton. Amanda lleva seis años viviendo en Nueva York y se siente tan frustrada de lo difícil que le resulta conseguir pareja  en esta ciudad, que está considerando volverse a Inglaterra. "No pido nada excepcional, solamente alguien que me guste y quiera tomarse el tiempo de conocerme para ver si somos compatibles" me dijo.
En el país que inventó la "fast food" la promesa de satisfacción instantánea está presente en casi todos los órdenes de la vida. La sensación de que no hay tiempo que perder es casi palpable, el individualismo y la competencia guían la existencia de muchas personas que tienen que esforzarse y mucho para poder sobrevivir en una ciudad que te tienta con la promesa de poder acceder a lo mejor que el mundo occidental tiene para ofrecer, pero que se olvida de advertirte que este club está reservado para unos pocos afortunados.
Las relaciones humanas y más concretamente las de pareja muchas veces son relegadas en pos de alcanzar un ideal, producto de las exigencias de la misma sociedad. No hay tiempo para mucho más que no sea trabajar, producir, correr para alcanzar el nivel de vida al que supuestamente hay que acceder. El tomarse tiempo para conocer a alguien que a priori no se sabe si reúne determinados requisitos, puede ser desestabilizador. Ahí es cuando vienen  los atajos. "La gente no quiere sorpresas" me decía Amanda, "quieren saber con quién se van a encontrar."
No es raro que en esta sociedad hiper conectada, acostumbrada a la inmediatez se recurra a los sitios de internet para buscar pareja.  Match.com,  e-harmony, itsjustlunch y otros sitios similares tientan a los solitarios, con fotos de parejas sonrientes que supuestamente se conocieron gracias a sus servicios y viven felices comiendo perdices. Como en un restaurant, uno puede mirar una carta y decidir que tipo de plato va a pedir, cuales son los aderezos que busca en ese momento.
Morocho de piel blanca de 32 años,  comerciante, divorciado sin hijos, no fumador, deportista, demócrata que vive en el barrio de Brooklyn, busca mujer caucásica o hispana, soltera o divorciada de 25 a 35 años, sin hijos, no fumadora, deportista, profesional universitaria, con buen sentido del humor, sin mascotas, que viva en la isla de Manhattan o Brooklyn, peso y estatura acorde, para una relación potencialmente seria.  Imprescindible adjuntar foto reciente de cuerpo entero.
Los sitios web mismos hacen la búsqueda por uno y le mandan a los usuarios los potenciales candidatos. Uno elige con los que quiere contactarse y empezar un ciber cortejo que puede o no terminar en que los personajes se conozcan personalmente. No se puede dar un paso en falso, la respuesta errada puede derivar en la repentina pérdida de interés de alguno de los ciber candidatos, resultando en que nunca lleguen a conocerse en persona.  Se hace mucho hincapié en proteger la verdadera identidad de sus usuarios y se pasa por varias instancias hasta llegar a intercambiar emails y  comunicarse libremente. 
En una ciudad en que el tiempo libre es valioso y escaso, la mayoría de las personas están híper conectadas, sujetas a un bombardeo constante que las incita a consumir con urgencia, con voracidad. El romance parece haber quedado reservado para las películas que tienen sus calles y barrios característicos como escenario de improbables encuentros, marcados por la casualidad.
Enamorarse EN Nueva York parece más difícil que enamorarse DE Nueva York. 

lunes, 28 de mayo de 2012

¿Es Punta del Este un paraíso para los extranjeros?

Graciela es brasilera y vive en Punta del Este hace casi un año. Su trabajo como traductora le permite elegir su lugar de residencia, y en esta oportunidad escogió establecerse en Punta del Este.

La conocí en la casa de una pareja de un alemán y una rusa radicados en la zona hace más de tres años, y me impresionó no sólo su simpatía, sino sus impresiones de las dificultades que enfrentan los extranjeros que residen en la zona.

“Tengo muchos amigos extranjeros” me dijo “y muchos de ellos están desilusionados y con ganas de mudarse”. “¿Por qué? ¿De qué se quejan?” le pregunté, con preocupación. Siendo una de las pocas uruguayas de la reunión, me sentí en la obligación de ahondar en el tema. Nos vendemos al exterior como uno de los pocos paraísos que quedan en este mundo convulsionado, y las impresiones de Graciela me intrigaron.

Mi interlocutora no vaciló en identificar la raíz del descontento de sus amigos: los precios, la pesadez de la burocracia, la mala calidad de los servicios, la escasez de vida cultural y entretenimientos, la calidad de la educación y el deterioro de la seguridad eran los motivos por los cuales estas personas que en su momento decidieron radicarse en nuestro país, estaban considerando levar anclas e irse a pagar impuestos y contribuciones inmobiliarias a otras latitudes, que les dieran más por su dinero.

Mi primer impulso fue rebatir o al menos minimizar las críticas que estaba recibiendo, ya que me sentí en la obligación de defender a mi ciudad, mi casa, ya que era casi como si estuviera escuchando una crítica de mi persona. Pasada la primera impresión, cuando tuve un momento para pensarlo mejor, me di cuenta que esta chica en muchas cosas tenía razón, y que tampoco era la primera vez que escuchaba este tipo de argumentos.

Tengo la sensación de que todos nos hemos vuelto un poco autistas, escuchamos solamente al que nos dice las cosas que queremos oír. Las conclusiones que sacamos son parciales y no contemplan todas las voces. Estos extranjeros de los cuales mi interlocutora hablaba no son miles de personas, probablemente ninguno de ellos vota, y si unos cuantos de ellos se van, pronto llegarán otros que ocuparán ese lugar. Lo que sí me preocupa es que los nuevos que lleguen, vengan atraídos por las mismas promesas y se topen con los mismos problemas, problemas que no podemos dejar que se transformen en endémicos, sobre todo por falta de autocrítica. Gracias Graciela.

domingo, 20 de mayo de 2012

Sálvese quien pueda

Maldonado es un departamento rico, no sólo porque es el motor de la industria turística nacional, sino porque en él conviven personas con diferentes orígenes, profesiones, intereses y necesidades. Esa mezcla tan particular, esa rica amalgama que conforma nuestra sociedad, hace que este requiera de un gobierno municipal hábil y abierto que entienda la necesidad de balancear los intereses de votantes, contribuyentes no residentes, inversores y turistas. Todos estos tienen su idea de cómo debería ser el departamento y qué debería hacer por ellos el gobierno municipal. Este tiene la difícil tarea de legislar con habilidad, profesionalismo, firmeza, empatía y una gran dosis de humildad que le permita congeniar las distintas realidades que conviven en este territorio.

Cuando hay diferentes visiones de cómo debería ser el futuro del departamento, como sucede en el debate que ha generado la modificación de la ordenanza de la construcción en Rincón del Indio, parte del Proyecto Estratégico para el Eje Aparicio Saravia, es muy fácil y tentador caer en descalificar al oponente centrándose en el mensajero en lugar del mensaje: Si los que hoy se oponen a las torres en altura en la Avenida Miguel Ángel son nacidos y criados en Maldonado, o hijos o nietos de los mismos que se beneficiaron de la construcción de edificios en Punta de Este, parece ser más importante que cualquier argumento convincente que estos puedan esgrimir. Este tipo de discusión está muy por debajo de lo que necesita este departamento, que por su importancia y complejidad requiere de un debate serio, y sobre todo alejado de los partidismos que enturbian cualquier discusión genuina con reproches o ejemplos de horrores perpetrados por otras administraciones, con la supuesta anuencia de quienes protestan hoy.

Tenemos que salvarnos de quedar atrapados en argumentos fútiles y desgastantes que no hacen más que dividirnos y no aportan nada válido a la discusión, simplemente la banalizan y la transforman en un ejercicio inútil de acusaciones y una repartija de supuestas culpas de pasados desaciertos. Recordemos que Punta del Este tiene más de un siglo y se construyó con los aportes de varias administraciones y numerosos particulares que en su momento apostaron por este balneario agreste rodeado de mar y dunas. Estos dejaron una impronta sobre la que se construyó nuestra marca a nivel internacional, y es gracias a esta que vivimos y trabajamos gran parte de los habitantes del departamento de Maldonado.

Salvémonos de caer en el facilismo de reducir los debates que necesariamente se generan cuando se proponen cambios sustanciales en un departamento tan rico y complejo como el nuestro, a un duelo entre las propuestas de los visionarios de ahora, contrapuestas a las visiones arcaicas de quienes quieren dejar todo como está. El tema que nos preocupa es bastante más complejo que eso, y todos lo sabemos.



lunes, 16 de abril de 2012

LO QUE NO ESTÁ CLARO

No se sabe si las autoridades de la comuna están partiendo de una premisa que tiene como centro la protección y el desarrollo de los bienes que hicieron desde siempre la grandeza y el buen nombre de nuestro balneario, o si lo que pretende es, por el contrario, tomar a Punta del Este como un medio para resolver problemas que observa en el resto del Departamento




El Plan Estratégico para el Eje Aparicio Saravia está llegando a sus últimas etapas. Muy pronto será sometido a la Junta Departamental. De ser aprobado tal cual fue presentado, no tardaremos en ver que una considerable parte de uno de los barrios jardines más conocidos y apreciados de Punta del Este, convertirse en una suerte de emporio de cemento de gran altura. La noticia me parece que no es buena; por más entusiasmo que ponga en promoverla por diversos medios el actual gobierno municipal, lo cierto es que la perspectiva del impacto que provocará ese emprendimiento en el barrio Rincón del Indio es más negativa que positiva.

Como en todas las cosas de la vida, hay aspectos claros y aspectos oscuros en este proyecto. Es claro, por ejemplo, que las autoridades municipales han alentado con mucha determinación este aspecto del plan con la convicción de que con ello se le estaría dando trabajo a miles de operarios de la construcción durante un buen tiempo; es claro, también, que una vez terminadas las obras, esos trabajadores quedarán desafectados. No se trata, pues, de la creación de una fuente de trabajo permanente o estratégica, sino zafral, específica, acotada a un tiempo dado.

Asimismo no hay duda, es claro, que la presencia de moles edilicias en el lugar alterará notoriamente el perfil y las características de toda la zona. Si una nota define a Punta del Este en el mundo, si hay un signo que es la rúbrica internacional del balneario y su identidad más querida y más rentable ésta no es, precisamente, el de ser una urbe populosa, impersonal, artificial y urgente, plagada de edificios y vacía de encanto –la triste suerte de Marbella es el mejor ejemplo de ello--, sino todo lo contrario: Punta del Este es un lugar de cercanías, de aliento natural, de diálogo entre el vivir y la naturaleza, de comodidad y excelencia en servicios, de paisajes únicos, de rincones, como el del Indio, que atesoran una escala de convivencia inteligente y respetuosa entre las personas y el entorno.

Lo que no es nítido, lo que sí tiene sombras para cualquiera que ingrese a la serena consideración del tema es el marco conceptual que explica toda esta aventura en la que se ha embarcado, y nos está embarcando a todos los vecinos de la zona. No se sabe si las autoridades de la comuna están partiendo de una premisa que tiene como centro la protección y el desarrollo de los bienes que hicieron desde siempre la grandeza y el buen nombre de Punta del Este, o si lo que pretende es, por el contrario, tomar a Punta del Este como un medio para resolver problemas que observa en el resto del departamento.

No se sabe, tampoco, si al favorecer esta iniciativa está pensando que con ello realmente mejorará el turismo, -como se pregona-, mejorará la oferta de servicios de buena calidad, que son las fuentes básicas y por todos reconocidas del sustento del Departamento, en todos sus órdenes, pues la industria turística siendo la principal del Uruguay, lo es lógicamente también la principal proveedora de ingresos de Maldonado. En verdad, no se sabe bien si las autoridades de la IMM creen esto; puede ocurrir que piensen en otra dirección, puede ocurrir que crean que Punta del Este debería dejar de ser una de las más destacadas capitales mundiales del turismo y convertirse, tan sólo, en una agencia de empleo del gremio de la construcción, que da buenos trabajos por algún tiempo y que luego, agotados los parajes que pudieran ser atractivos para eventuales inversores, se convertirá en una sombra, en un insípido fantasma de lo que alguna vez supo ser.

Me gustaría creer que en el ámbito de las autoridades las cosas están más claras que en los hechos; que en realidad lo que se sigue buscando es mejorar las condiciones del potencial enorme que tiene Punta del Este para realmente atraer el turismo y la inversión en turismo y en servicios, y no que en su conciencia existe el ánimo de desplazar la ventaja comparativa de Punta del Este en el mundo para convertirla en un espacio propicio solamente para las necesidades, respetables pero temporales, del rubro de la construcción. Me gustaría pensar que la conciencia urbanística que existe en las esferas de dirección municipal tiene en cuenta la peculiaridad de Punta del Este, y no la desprecia, sino que busca defenderla y contribuir a su desarrollo. Me gustaría creer que entre las autoridades se defiende este plan, con todos sus elementos, como bueno, aunque yo estime que la modificación de la ordenanza para Rincón del Indio es un desacierto, por las razones que vengo exponiendo; pero lo que si me preocuparía es la posibilidad de que nos encontremos directamente ante un cambio de paradigma. Esto sería más que preocupante.


Sinceramente me cuento entre los que pensamos que quizá no sea bueno seguir adelante con este plan, tal como se ha planteado. Bienvenidos el Centro de Convenciones, la Universidad, la Rambla del Humedal, la reubicación del asentamiento de El Placer.
Pero entiendo que si el proceso culmina legalmente tal cual está planteado, se llevará a cabo con el cambio de la ordenanza de la construcción en Rincón del Indio como parte del combo. Lo que me preocupa es que detrás del plan se encierre un concepto errático de lo que es y debe seguir siendo Punta del Este, de su función y lugar en la estructura de desarrollo del país y del Departamento. No es lo mismo. Y sería deseable que se aclarara.

domingo, 11 de marzo de 2012

URBANISMO EXPRESS

¿POR QUÉ HAY TANTO APURO EN APROBAR EL PROYECTO ESTRATEGICO PARA EL EJE APARICIO SARAVIA?



El martes 6 de marzo se pudo leer en el Diario Correo de Punta del Este, una larga nota del Director de Comunicaciones de la Intendencia, en la que, luego de relatar su biografía, descalifica personalmente a muchos de los que cuestionan las políticas permisivas de modificación de las ordenanzas que reglan la planificación urbana y los discrimina preguntando dónde estaban antes, cuando se cometieron barbaridades edilicias y de recodificación.
Este viejo recurso de los políticos, de preguntarle al apaleado “¿por qué te quejás ahora que te pego yo, y no cuando te pegaban otros?”contiene algo de totalitarismo. De todos modos, nada de todo eso tiene que ver con el concepto central. Tampoco tiene que ver con el concepto central la defensa que el funcionario hace de la Universidad de la República, en Maldonado, del Predio Ferial, la reubicación de la Terminal de Ómnibus, o la erradicación del Asentamiento de El Placer, todos elementos muy positivos y elogiables, pero que no hacen al eje de la discusión que hemos venido escuchando en los últimos días.

Son las torres las que nos preocupan

Sí en cambio es central la amenaza de construcción de torres de más de 24 pisos en Rincón del Indio, que difícilmente puedan ser justificadas con los proyectos de referencia, y otros “avances edilicios” similares.
Sí es central que, pese al adjetivo “democrático” que aplica el funcionario a estos proyectos, estos cambios de tanta trascendencia no se sometan a una consulta popular. ¿Tiene miedo de hacerlo la Intendencia? ¿No cree que sus convicciones sean tan valederas? ¿O tal vez quiere realizar esta consulta solamente entre los que hayan asistido a la Escuela 5 y al Colegio La Virgen Niña y hayan jugado fútbol en el Península, para perfeccionar la discriminación barata?

La gente recién está empezando a conocer el proyecto

El funcionario dice que a él le gusta el proyecto, proyecto que no todos conocen en su integridad.
Ni siquiera muchos ediles de la Junta Departamental parecen estar muy empapados en el asunto, como quedó claro por algunas preguntas que escuché en una sesión extraordinaria que se realizó la noche del 7 de marzo.
Es bueno que recordemos que cuando éste y otros funcionarios se hayan ido, nos quedarán los desastres que hagan. Y hasta corremos el riesgo si no hablamos ahora, de que algún futuro político iluminado nos pregunte: ¿Por qué no hablaron entonces.
Por ello, para terminar con este baile de quién es más puntaesteño y en consecuencia quién tiene más derechos a hacer la ciudad que se le cante, estos proyectos de fondo, que plantean un nuevo modelo de ciudad, deben someterse a consultas populares vinculantes.


Los vecinos se manifiestan en la Liga de Fomento y otros ámbitos

La Liga de Fomento y Turismo de Punta del Este organizó un debate acerca de este tema el martes 7. La sala estuvo colmada de vecinos –puntaesteños que fueron a la Escuela 5, y de los otros- que cuestionaron la necesidad de la edificación en altura en la Avenida Miguel Ángel.

El arquitecto Pedro Pesci (hijo de Ruben Pesci), y parte del equipo consultor que realizó el plan, hizo una excelente exposición hacia el final de la reunión, y salió airoso de lo que podría haber sido un desastre, ya que los ánimos estaban caldeados.

Pesci dijo algo muy interesante con respecto al trabajo de su equipo en Florianópolis; parece ser que allí el proceso participativo de la población para un proyecto urbanístico –ignoro si era de mayor o menor envergadura del monstruo que tenemos entre manos- duró dos años y medio.

No podemos objetar que se están siguiendo los pasos formales que exige la ley de ordenamiento territorial, pero ¿está siendo realmente un proceso participativo? ¿Se van a tomar en cuenta las sugerencias y objeciones que varios grupos presentaron al proyecto?

¿Por qué tanto apuro?

El apuro por aprobar este complejo proyecto urbanístico, con todos sus componentes, -torres incluidas- no toma en cuenta seriamente la opinión de los que vivimos en este departamento, y como dice el jerarca municipal, todos los que lo habitamos, sin distinciones económicas o sociales.
Este plan ¿no se puede aprobar en etapas? Dicen que no hablamos antes. Déjennos hablar ahora.
El único modo orgánico de hacerlo es mediante una consulta popular vinculante.

lunes, 5 de marzo de 2012

Punta del Este, ¿Se va para arriba?

De torres gigantes, seguridad jurídica, negocios a costa del entorno y la opinión de los ciudadanos.



Vecinos preocupados se reúnen
El Municipio de Punta del Este fue escenario de la reunión de vecinos que se realizó el 1 de marzo, con motivo del inminente cambio de ordenanza del eje Aparicio Saravia. Unas 60 personas colmaron la sala de reuniones del municipio. Entre ellos estaban el Presidente de los Amigos del Faro, el Presidente de ADIPE, la Comisión Vecinal de Rincón del Indio, la Comisión de Patrimonio del Municipio de Punta del Este y un representativo grupo compuesto de residentes extranjeros, uruguayos y argentinos propietarios de inmuebles en Punta del Este. La reunión fue presidida por el concejal del Municipio de Punta del Este, el Dr. Alberto Heber y duró más de dos horas.


No a las torres en la Avenida Miguel Ángel
Gran parte de los presentes hizo uso de la palabra y manifestó su opinión acerca de este cambio sustancial propuesto para nuestra ciudad. Muchos expresaron su frustración y la opinión unánime fue la desaprobación de las torres de treinta pisos propuestas para la Avenida Miguel Ángel, parte fundamental de este plan urbanístico propuesto por el urbanista Ruben Pesci.


Peligroso cortoplacismo turístico e inseguridad jurídica
Varios opinantes, entre ellas una propietaria portuguesa radicada en Punta del Este, dijeron sentirse “estafados” ante los cambios sustanciales que se han producido en la ciudad en los últimos tiempos. También se refirió al aumento desmedido de la contribución inmobiliaria, así como la sensación de estar viendo una historia ya vivida en la costa ibérica, en Torremolinos, Marbella y algunas ciudades lusitanas, en las cuales la desmedida ambición de los desarrolladores y la complacencia de las autoridades arruinaron ciudades costeras, permitiendo la construcción de enormes edificios que no sólo estropearon el paisaje sino que ahuyentaron el turismo de calidad. La portuguesa exhortó a consultar a un economista, alegando que se puede probar que ese modelo a largo plazo no funciona, y termina trayendo más perjuicios que beneficios.

Acciones a tomar
Se barajaron distintas posibilidades, desde contratar a un abogado ambientalista, anteponer un recurso de amparo, juntar firmas para promover el primer referéndum departamental en la historia del país, apelar a los ediles de los partidos tradicionales, incluso algunos vecinos propusieron convocar a una marcha en repudio a las torres.


Para aumentar la riqueza de algunos, basta modificar la ordenanza
Nadie ignoraba los intereses en juego, desde los cuantiosos ingresos por mayor valor que se va a embolsar la IMM al permitir altura en terrenos en Rincón del Indio, ni la presión de los sindicatos de la construcción que necesitan mantener a su gente trabajando, las expectativas de los inversores que ya compraron terrenos en esta zona contando con esta modificación de la norma, o el mandato del actual gobierno departamental de aprobar unos 450.000 metros cuadrados anuales de nuevas construcciones. Los argumentos a favor de la modificación para permitir altura en Rincón del Indio son poderosos, casi tanto como los grupos que promueven este cambio en uno de nuestros barrios jardín de Punta del Este- en este contexto calificado como “pasivo urbano”. Lo que también quedó en evidencia es que muchos de los argumentos para justificar la habilitación de más tierra para construir en altura – el Campus Universitario, la construcción del Centro de Convenciones, la reubicación de la Terminal de Ómnibus, la protección del Humedal, etc. - son simples elementos retóricos y políticamente correctos que encubren sólo un gran negocio inmobiliario.


La Nueva Gorlero
Mientras tanto, los vecinos continúan manteniendo reuniones informales en todos los ámbitos. El verdadero alcance de este plan se conoce muy poco a nivel nacional y mucha gente no tiene idea de que la actual administración está promoviendo una “nueva península” y una “nueva Gorlero” como rezaba uno de los titulares del diario El Observador. Basta ver la “vieja y querida Gorlero” y el estado en que se encuentra, para dudar seriamente de la necesidad de crear una nueva península, en vez de mejorar y regular el funcionamiento de la original.

Preguntas que quedan flotando en el mar
¿Nuestra ciudad es sólo un negocio para algunos? ¿Qué pasa con la opinión de los que viven en ella? Y los que no viven ni votan, pero son dueños de propiedades que pagan generosas contribuciones inmobiliarias, ¿No tienen derecho a opinar? Las autoridades, ¿son elegidas por los desarrolladores o por todo el pueblo? ¿No deberían someter este cambio tan radical a una consulta popular vinculante? Ya hemos logrado reducir la temporada de tres meses a poco más de una quincena. ¿Insistiremos? ¿No es suficiente con todas las zonas construibles que existen hoy, para mantener ocupada a la gente de la construcción? ¿Por qué una construcción tan agresiva concentrada en unos pocos terrenos? ¿Cuál será el futuro de estas inversiones y de todo el negocio frente a las restricciones al movimiento de divisas de las legislaciones impositivas y de lavado de dinero? ¿No terminaremos llenos de esqueletos nuevamente? ¿Es suficiente lo que estamos haciendo los puntaesteños para defender nuestra ciudad?


No termina aquí, esto continuará…
La próxima cita es el martes 6 de marzo a las 20 horas en la Liga de Fomento y Turismo de Punta del Este. Una reunión abierta en la que se explicará el contenido del proyecto y se abrirá una instancia para preguntas y respuestas aclaratorias. La modalidad propuesta será la de una exposición por parte de la Liga de Punta del Este a cargo de Ruben Puentes, una opinión del ambientalista Thierry Rabau, un expositor a favor del proyecto y otro en contra del mismo.
Valdrá la pena estar. Punta del Este nos necesita.

sábado, 21 de enero de 2012

Los contribuyentes, los grandes olvidados

Hace tiempo que no escribo esta columna. Y veo que también la sección de opinión tiene en esta estación del año menos colaboraciones. Las explicaciones pueden ser varias: los colaboradores están de vacaciones o en huelga o el sol les frió el cerebro; es que el verano no predispone a la reflexión. En esta época la preocupación de algunos pasa por facturar o por disfrutar de una existencia hedonista, tostarse al sol, lamer helados, degustar manjares en compañía de amigos y familia, u oblar una pequeña fortuna en los diversos restaurantes y boliches de Punta del Este.
Estamos en la temporada de cosechar, y algunos tienen la existencia muy ocupada; otros - los que están de vacaciones-, no quieren pensar demasiado en cosas complicadas si lo pueden evitar, para eso está el resto del año.¿A qué viene esta reflexión introductoria? Para ver si podemos enfocarnos, a pesar de tener el cerebro recalentado, en los cambios sustanciales que se están proponiendo para nuestro departamento, como es la propuesta del Plan de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del eje Avenida Aparicio Saravia.


Desconfiar del silencio

Hace poco estuve en una reunión entre el Alcalde de Punta del Este, Martin Laventure, y un grupo de propietarios de departamentos frente al mar, preocupados por el peligroso silencio que rodea el proyecto del mega parador propuesto por el mexicano Roque De la Fuente para las Paradas 1 y 2 de la Brava. En esa reunión el alcalde dijo algo muy cierto y que parece olvidársele a algunos: “El cliente real del municipio es el contribuyente. La principal recaudación departamental es la contribución inmobiliaria.” Contribución que ha aumentado hasta un 30 % en algunos casos.

Todos para algunos…

El problema es que en este departamento, los contribuyentes y los votantes no son los mismos, salvo en un pequeño porcentaje. Los intereses y preocupaciones de unos y las necesidades y exigencias de los otros son muy diferentes. Los contribuyentes deben financiar obras y programas que no sólo no los benefician, sino que tienen como objetivo captar votantes. Se pregunan dónde va a parar su dinero, ya que a lo Robin Hood criollo, colectamos de unos para beneficiar a otros. Es por demás ilustrativo que Punta del Este sea primera en cuanto a recaudación, (89%) y sin embargo está en tercer lugar, detrás de Maldonado y San Carlos cuando de inversiones se trata.
¿Saben los contribuyentes del plan urbanístico propuesto para la avenida Aparicio Saravia y la zona de Rincón del Indio?La Puesta de Manifiesto fue el 19 de diciembre, pasó un mes en el que tenemos los días más caóticos del año. Dudo que muchos hayan tenido el tiempo y la voluntad de acercarse al hall de la intendencia para ver el material informativo que ilustra el nuevo modelo de ciudad propuesto para Punta del Este.
El diario El Observador publicó un artículo el 18 de enero, en que habla de la Gorlero II, refiriéndose a la avenida Miguel Ángel, parte de la propuesta de este mega plan urbanístico. Mientras tanto la Gorlero original no consigue mejorar, a pesar de los esfuerzos de algunos comerciantes. Basta ver el local de artesanías que se instaló en el antiguo edificio de la ANCAP, más acorde a la avenida General Flores que a la calle principal de nuestra península.

Sólo derecho al pataleo

Hoy, 21 de enero, el diario El País publica un artículo acerca del descontento de los vecinos de José Ignacio ante una modificación de la ordenanza de la construcción que permite edificar hoteles en una zona hasta hace un mes exclusivamente residencial. La Liga de José Ignacio expresó su disconformidad con esta medida aprobada por la Junta Departamental en la madrugada del 14 de diciembre de 2011, a libro cerrado, sin debate ni oradores, según la dura carta enviada por vecinos de José Ignacio al intendente de Maldonado el 20 de enero.
Los contribuyentes que no votan porque no residen en el departamento están saliendo de su sopor veraniego y empiezan a hacerse oír, ya que ven como el gobierno municipal decide cambios sustanciales que los afectan directamente, de los cuales se enteran cuando ya es demasiado tarde para hacer nada, salvo protestar, indignarse, recurrir a los medios y en casos extremos a la vía legal.
Mientras no se tengan en cuenta los intereses de todos los que componen este departamento - voten o no- persistirán estos problemas, que crean un desagradable clima de desconfianza. Dice un párrafo de la carta enviada al intendente por la Liga de José Ignacio: “Es muy mala señal para uruguayos y extranjeros que fácilmente sea posible de la noche a la mañana cambiar las reglas, afectando expectativas y patrimonios.”