martes, 27 de abril de 2010

Alcalde ¿para qué?

Tras una larga discusión, con sesenta y seis votos a favor y cinco en contra, el Parlamento aprobó el 13 de setiembre de 2009 una ley con el rimbombante nombre de: Ley de Descentralización Política y Participación Ciudadana. La norma en cuestión habilita la creación de ochenta y nueve alcaldías o municipios en todo el país, ocho de ellas en Maldonado. Por la misma el departamento quedó dividido en los siguientes municipios: Maldonado, San Carlos (que incluye La Barra), Punta del Este, Piriápolis, Solís Grande, Aiguá, Pan de Azúcar y Garzón (que incluye José Ignacio).

Las preguntas que todos tenemos son ¿qué va a hacer el alcalde? ¿cuáles son específicamente sus funciones?¿era realmente necesario crear este nuevo nivel de gobierno? ¿acaso es una especie de mini Intendente sin presupuesto? Se dice que el alcalde o alcaldesa va a tener un sueldo- a determinar por la Junta Departamental- que puede oscilar entre los $15.000 y $80.000 (pavada de diferencia).
El afortunado que gane la codiciada posición va a tener que gastar saliva, y más le vale que tenga muy buena labia, presentando su caso ante la Intendencia para lograr que le asignen un presupuesto que le permita no sólo cubrir las necesidades del municipio que representa, sino también dejarlo bien parado y de alguna manera justificar la existencia de esta nueva figura alimentada por dinero de los contribuyentes.

La perla más codiciada para la cual se presentaron la friolera de dieciséis candidatos (nueve por el Partido Nacional, cuatro por el Partido Colorado, dos por el Frente Amplio y uno por el Partido Independiente) es la Alcaldía de Punta del Este.

Entre los aspirantes hay empresarios, comerciantes, inmobiliarios, profesionales; algunas figuras que ya habían incursionado en la política y unos pocos novatos en estas lides. Es difícil para los candidatos prometer mucha cosa, ya que la figura del alcalde y sus funciones recién se están definiendo. Al no haber precedente, no se puede criticar al alcalde anterior, porque no lo hay; como dice el poeta Antonio Machado “se hace camino al andar”.

El alcalde será el primer titular de la lista más votada del lema más votado en cada municipio. Hete aquí que algunos partidos optaron por presentar un popurrí de candidatos; si no te convence la escribana podés votar al carnicero, hay para todos los gustos. La estrategia del Partido Blanco en esta elección parece ser saturar de candidatos, a ver si por acumulación consigue hacerse del codiciado municipio de Punta del Este; en las elecciones pasadas los blancos fueron mayoría en esta zona.

La alcaldía de nuestro principal balneario ha motivado extrañas asociaciones como es la de Darío Pérez del Frente Amplio con el relacionista público Alfredo Etchegaray. Si lo que buscaba Pérez al invitar a Etchegaray a acompañarlo en su fórmula es llamar la atención del público y los medios, se puede decir que ya logró su cometido. En cuanto a los votos se refiere, eso se verá el 9 de mayo, ya que es de suponer, muchos puntaesteños no se van a sentir muy identificados con la figura del montevideano Etchegaray.

Esto no termina acá, la Ley de Descentralización Política también prevé la creación de futuros municipios en lugares que no alcancen el mínimo de habitantes requeridos (al menos dos mil), si así lo dispone la Junta Departamental a iniciativa del Intendente. Para que esto suceda deben ponerse de acuerdo el 15% de los ciudadanos inscriptos en una localidad y solicitar constituirse en un municipio.

Este es el caso de la zona costera de Maldonado- que según la división actual depende del Municipio de San Carlos- donde se están juntando firmas para crear la Alcaldía de la Costa, que iría desde La Barra hasta la Laguna de José Ignacio, donde empieza el Municipio de Garzón. Así que si la Junta y el Intendente lo aprueban, Maldonado tendría nueve municipios en vez de ocho.

Las interrogantes son muchas. Como toda nueva iniciativa, no se sabe qué va a resultar de esta nueva capa de la cebolla gubernamental. ¿Le dará sabor a nuestra fernandina existencia tener un alcalde que represente nuestros intereses ante la Intendencia? ¿o nos traerá más lagrimas agregando una nueva capa burocrática que pelar y más funcionarios que mantener?

jueves, 22 de abril de 2010

Un encuentro cercano con la fauna marina

Algunos tienen un patito de goma en la bañera, yo puedo vanagloriarme de haber tenido un pingüino y no de goma precisamente.

Aprovechando una templada noche de otoño, el miércoles pasado, mi marido y yo decidimos salir a dar un paseo por la playa de Punta de Piedras, a escasas seis cuadras de mi casa. Nos disponíamos a tener una revitalizadora caminata a la orilla del mar, cuando al pasar junto a lo que parecía una de tantas rocas, vimos que algo se movía apartándose de nuestro camino. Grande fue nuestra sorpresa cuando vimos que la roca con vida resultó ser un pingüino echado, mirándolo mejor nos dimos cuenta que evidentemente estaba herido o enfermo.

Tuve un momento de duda, ¿me hago responsable de este raro pajarraco? ¿o me desentiendo y dejo que la naturaleza siga su curso? ¿me vuelvo a mi casa y lo dejo de cena para algún perro vagabundo? ¿o me complico la vida y ensucio mi lindo chaleco nuevo envolviendo a este bicho y lo llevo a algún lugar seguro?

Prevaleció la ecologista, la buena samaritana; todo esto acicateado por el entusiasmo de mi marido, un norteamericano que lleva apenas un año y medio viviendo en Punta del Este, y a quien encontrar un pingüino vivo en la playa le pareció el colmo del exotismo. Había que ser realmente una desalmada para abandonar a ese pajarón a su suerte y de paso desilusionar a un yanqui con voluntad de boy-scout. No nos olvidemos que los pingüinos solamente existen en el hemisferio sur, así que nuestros civilizados amigos del norte los ven sólo en zoológicos y en películas animadas de Walt Disney.

Allá partimos de vuelta a nuestra casa, con un pingüino bajo el brazo, muchas preguntas sin contestar y nadie a quien preguntarle. Por supuesto que lo primero que hicimos fue sacarle millones de fotos con la intención de subirlas en Facebook. ¿Qué gracia tiene hacer este tipo de quijotada, si nadie se entera? Acto seguido mandé crípticos mensajes de texto a todos mis amigos, el mensaje decía algo así: “Tengo un pingüino en el baño.”

Después de contestar varias llamadas motivadas por mi mensaje, empezamos a pensar qué hacer con el pingüino. La lógica me decía que siendo un animal acostumbrado a los fríos polares, había que proporcionarle un ambiente lo más helado posible para que “Chilly-Willy” (sí, para este entonces ya tenía hasta nombre), se sintiera como en casa. Al ser bautizado había sido ascendido a la categoría de mascota, un aliciente más para mantenerlo con vida, pues ¿qué clase de persona deja morir sus mascotas?

Una pileta de lavar de plástico, un puñado de sal gruesa, abundante agua y un poco de hielo, recreaba, a mi parecer, a la perfección el hábitat de Chilly-Willy. A manera de patito de hule vivo, instalé al pobre pingüino dentro de la pileta en el baño de huéspedes. El bicho mucho no decía, se limitaba a quedarse quietito y no parecía querer alimentarse del pescado que tantas veces le ofrecí.

La noche pasó sin mucho contratiempo, el pajarraco fue un huésped bastante tranquilo y no demasiado ruidoso. A la mañana siguiente comprobé con alivio que nuestra flamante mascota seguía viva, así que a eso de las 9 de la mañana llamé a SOS FAUNA MARINA, una organización no gubernamental con sede en Punta Colorada, que me habían recomendado unos amigos que en su momento también tuvieron un encuentro cercano con una de estas raras aves.

Le conté a la persona de la fundación que me atendió el teléfono que había encontrado un pingüino en la playa, me preguntó dónde y cómo estaba el pájaro a lo que contesté que estaba en mi casa en una palangana con agua fría. “Sáquelo de ahí señora” me dijo mi interlocutor “debe estar muerto de frío”. Evidentemente mi recreación del hábitat de Chilly-Willy no había
Recreando el habitat del Polo Sur sido la más feliz y cuando lo sacamos del agua helada, el pobre pajarraco pareció animarse y empezó a limpiarse las plumas, aliviado.

“En dos horas estamos ahí” me dijo la persona de SOS FAUNA MARINA, lo que me pareció más que razonable, ya que hay unos buenos 50 kilómetros de Punta Colorada a mi casa en el balneario conocido como El Chorro, pasando el pueblo de Manantiales. Dos horas más tarde, tal como prometió, llegaba el salvador de Chilly-Willy en una moto Yasuki azul. Este bravo amante de la fauna marina había venido presto, en su precario corcel chino, al rescate del desnutrido pichón de Pingüino de Magallanes (datos proporcionados por el rescatista, de quien lamentablemente no me acuerdo el nombre).

Me extrañó ver que el hombre no traía nada en que llevarse el pájaro, pero eso no fue problema para este paladín de los bichos de mar, un balde y un poco de cartón sirvieron para hacerle, a los ojos del pingüino, una especie de capsula espacial donde partió hacia Punta Colorada a recuperarse con otros de su especie, en espera de ser devuelto al mar en el mes de septiembre, cuando ya recuperado, su instinto lo llevará al Polo Sur.

Chilly- Willy estuvo poco tiempo con nosotros, pero me dejó la sensación de haber hecho una buena obra de varias maneras: salvé un pingüino, lo dejé contento a mi marido que pudo mostrarle una vez más a sus amigos de Estados Unidos que desde que se mudó a Punta del Este, se está convirtiendo en una especie de Cocodrilo Dundee sudamericano; aprendí que si vuelvo a encontrar un pingüino no es necesario congelar al pobre animal para que se sienta como en casa, y por último, pero más importante, comprobé que hay gente dedicada a la causa ecologista que no se amilana frente a las dificultades, como este bravo señor que acudió a nuestro llamado de auxilio.

Gracias, Chilly- Willy, que tengas un buen viaje de vuelta al Polo Sur.

Florencia Sader
Punta del Este, Abril 2010

SOS FAUNA MARINA, fue fundado en 1993 por Richard Tesore y está ubicado en la zona de la Playa Mansa del balneario de Punta Colorada en Piriápolis. Allí se encuentran las instalaciones donde se socorren y rehabilitan las distintas especies de fauna marina que llegan a nuestras costas por diferentes motivos. Según el sitio web de la organización, cuenta con cuatro piscinas de agua salada, una enfermería y un pequeño local de oficina y ventas. La organización cuenta con el apoyo de varios veterinarios y voluntarios que generosamente dedican su tiempo y esfuerzo a rescatar animales marinos que de otra forma perecerían. A medida que se van recuperando, se los devuelve a su hábitat natural. Por más información pueden visitar su página web: http://www.sos.elacuarista.com.

martes, 6 de abril de 2010

Creciendo con Punta del Este



Alguna vez le pregunté a Luis Sáder, mi padre ¿Qué te hubiera gustado ser, si no hubieras tenido que ocuparte del negocio familiar? “Marino”, contestó muy fresco. La respuesta me pareció por demás reveladora para alguien que siempre vivió en el mismo lugar.

Don Luis quizás soñaba con una vida desapegada y aventurera, de mar en mar, de puerto en puerto, acostarse en un país y levantarse en otro, no pisar tierra firme por meses; en vez de eso consagró su vida a preservar y desarrollar el negocio que había empezado su padre, un emigrante libanés que nunca habló del todo bien el castellano, pero se había olvidado del árabe.

Con esta elección, Luis ahondó cada vez más sus raíces, dejando de lado el sueño del marino y dedicando su vida, su tiempo, su energía a vivir y crecer con Punta del Este. Inmobiliario, presidente de la Liga de Fomento y Turismo en más de una oportunidad, hincha y jugador de Ituzaingó, desarrollador con las empresas Sábalo y SAFEMA, activo miembro de la comunidad.

“Estoy agradecido por haber podido vivir toda mi vida en Punta del Este, llegó el momento de devolver un poco de lo mucho que este lugar me dio, convirtiéndome en su portavoz, su defensor, el vocero de todos los puntaesteños que como yo, se preocupan del destino de nuestra ciudad” dice Don Luis, que se está postulando como alcalde de Punta del Este por el Partido Independiente.

Este 9 de mayo más de 7000 votantes tienen la oportunidad de votar por Luis, Luisito, Don Sáder, un hijo de estas costas que ha sido testigo y partícipe de la transformación de este pueblo en una ciudad balnearia de renombre internacional. Como a un buen hijo, a Luis le preocupa el destino de nuestra ciudad, a veces siente que no la reconoce, que creció demasiado, de formas que no siempre le gustan y a veces le chocan, ya que a pesar de haber seguido de cerca la evolución y haber colaborado con ella, especialmente en las décadas de los setenta y los ochenta, hoy siente que ese espíritu con que fue creado y es el secreto del éxito y la vigencia de Punta del Este, corre el peligro de perderse si esta se masifica demasiado y pierde una de sus características más importantes: su excelente calidad de vida.

Esta calidad de vida ha sido el principal atractivo de nuestra ciudad, seducidos por esta promesa se han radicado numerosos uruguayos de otras partes del país, muchos argentinos, europeos, norteamericanos y gente de todas partes del mundo. Ante la promesa de esos días o meses en este lugar amable, de numerosas playas, fragantes bosques de pinos, largas jornadas con familia o amigos, un sinnúmero de veraneantes y turistas han desafiado veranos calientes, cortes en puentes, desfavorables políticas cambiarias, y fielmente han llegado a nuestras costas todos los veranos, dándonos trabajo y llenando de vida nuestras calles.

Es esto lo que Luis Sáder quiere y se compromete en preservar por encima de intereses personales y partidarios, fomentar el crecimiento de Punta del Este sin olvidarse de honrar el espíritu con el que fue creado.
La pasión y la experiencia están de su lado.

Florencia Sáder
Punta del Este
Abril 2010