lunes, 5 de marzo de 2012

Punta del Este, ¿Se va para arriba?

De torres gigantes, seguridad jurídica, negocios a costa del entorno y la opinión de los ciudadanos.



Vecinos preocupados se reúnen
El Municipio de Punta del Este fue escenario de la reunión de vecinos que se realizó el 1 de marzo, con motivo del inminente cambio de ordenanza del eje Aparicio Saravia. Unas 60 personas colmaron la sala de reuniones del municipio. Entre ellos estaban el Presidente de los Amigos del Faro, el Presidente de ADIPE, la Comisión Vecinal de Rincón del Indio, la Comisión de Patrimonio del Municipio de Punta del Este y un representativo grupo compuesto de residentes extranjeros, uruguayos y argentinos propietarios de inmuebles en Punta del Este. La reunión fue presidida por el concejal del Municipio de Punta del Este, el Dr. Alberto Heber y duró más de dos horas.


No a las torres en la Avenida Miguel Ángel
Gran parte de los presentes hizo uso de la palabra y manifestó su opinión acerca de este cambio sustancial propuesto para nuestra ciudad. Muchos expresaron su frustración y la opinión unánime fue la desaprobación de las torres de treinta pisos propuestas para la Avenida Miguel Ángel, parte fundamental de este plan urbanístico propuesto por el urbanista Ruben Pesci.


Peligroso cortoplacismo turístico e inseguridad jurídica
Varios opinantes, entre ellas una propietaria portuguesa radicada en Punta del Este, dijeron sentirse “estafados” ante los cambios sustanciales que se han producido en la ciudad en los últimos tiempos. También se refirió al aumento desmedido de la contribución inmobiliaria, así como la sensación de estar viendo una historia ya vivida en la costa ibérica, en Torremolinos, Marbella y algunas ciudades lusitanas, en las cuales la desmedida ambición de los desarrolladores y la complacencia de las autoridades arruinaron ciudades costeras, permitiendo la construcción de enormes edificios que no sólo estropearon el paisaje sino que ahuyentaron el turismo de calidad. La portuguesa exhortó a consultar a un economista, alegando que se puede probar que ese modelo a largo plazo no funciona, y termina trayendo más perjuicios que beneficios.

Acciones a tomar
Se barajaron distintas posibilidades, desde contratar a un abogado ambientalista, anteponer un recurso de amparo, juntar firmas para promover el primer referéndum departamental en la historia del país, apelar a los ediles de los partidos tradicionales, incluso algunos vecinos propusieron convocar a una marcha en repudio a las torres.


Para aumentar la riqueza de algunos, basta modificar la ordenanza
Nadie ignoraba los intereses en juego, desde los cuantiosos ingresos por mayor valor que se va a embolsar la IMM al permitir altura en terrenos en Rincón del Indio, ni la presión de los sindicatos de la construcción que necesitan mantener a su gente trabajando, las expectativas de los inversores que ya compraron terrenos en esta zona contando con esta modificación de la norma, o el mandato del actual gobierno departamental de aprobar unos 450.000 metros cuadrados anuales de nuevas construcciones. Los argumentos a favor de la modificación para permitir altura en Rincón del Indio son poderosos, casi tanto como los grupos que promueven este cambio en uno de nuestros barrios jardín de Punta del Este- en este contexto calificado como “pasivo urbano”. Lo que también quedó en evidencia es que muchos de los argumentos para justificar la habilitación de más tierra para construir en altura – el Campus Universitario, la construcción del Centro de Convenciones, la reubicación de la Terminal de Ómnibus, la protección del Humedal, etc. - son simples elementos retóricos y políticamente correctos que encubren sólo un gran negocio inmobiliario.


La Nueva Gorlero
Mientras tanto, los vecinos continúan manteniendo reuniones informales en todos los ámbitos. El verdadero alcance de este plan se conoce muy poco a nivel nacional y mucha gente no tiene idea de que la actual administración está promoviendo una “nueva península” y una “nueva Gorlero” como rezaba uno de los titulares del diario El Observador. Basta ver la “vieja y querida Gorlero” y el estado en que se encuentra, para dudar seriamente de la necesidad de crear una nueva península, en vez de mejorar y regular el funcionamiento de la original.

Preguntas que quedan flotando en el mar
¿Nuestra ciudad es sólo un negocio para algunos? ¿Qué pasa con la opinión de los que viven en ella? Y los que no viven ni votan, pero son dueños de propiedades que pagan generosas contribuciones inmobiliarias, ¿No tienen derecho a opinar? Las autoridades, ¿son elegidas por los desarrolladores o por todo el pueblo? ¿No deberían someter este cambio tan radical a una consulta popular vinculante? Ya hemos logrado reducir la temporada de tres meses a poco más de una quincena. ¿Insistiremos? ¿No es suficiente con todas las zonas construibles que existen hoy, para mantener ocupada a la gente de la construcción? ¿Por qué una construcción tan agresiva concentrada en unos pocos terrenos? ¿Cuál será el futuro de estas inversiones y de todo el negocio frente a las restricciones al movimiento de divisas de las legislaciones impositivas y de lavado de dinero? ¿No terminaremos llenos de esqueletos nuevamente? ¿Es suficiente lo que estamos haciendo los puntaesteños para defender nuestra ciudad?


No termina aquí, esto continuará…
La próxima cita es el martes 6 de marzo a las 20 horas en la Liga de Fomento y Turismo de Punta del Este. Una reunión abierta en la que se explicará el contenido del proyecto y se abrirá una instancia para preguntas y respuestas aclaratorias. La modalidad propuesta será la de una exposición por parte de la Liga de Punta del Este a cargo de Ruben Puentes, una opinión del ambientalista Thierry Rabau, un expositor a favor del proyecto y otro en contra del mismo.
Valdrá la pena estar. Punta del Este nos necesita.

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