Me tocó hacer cuarentena. Estuve diez días en Holanda
representando a Punta del Este en un evento con gente de todo el mundo y a mi
vuelta a Uruguay decidí aislarme sola en mi casa por catorce días.
Hoy con el diario del lunes, volviendo a tener la
oportunidad de decidir si viajar o no, quizás no lo hubiera hecho, pero a lo
hecho pecho, y la verdad que la pasé genial. Al momento de mi viaje Holanda
no era uno de los países más afectados por el COVID-19, es más, creo que había apenas un
par de casos, si es que los había. La gente actuaba en consecuencia, poca bola
al tema, prácticamente nadie con las famosas mascarillas y un volumen normal de
gente en los transportes públicos.
En mi viaje de ida los aeropuertos de Barajas y Schipol
estaban todavía llenos de gente, y solamente algunos de ellos llevaban máscaras.
A medida que fueron pasando los días el
tema fue escalando, acicateado principalmente por su presencia constante en las
noticias y ya era tema de conversación obligado con taxistas y otras personas
con las que uno se topa en los viajes.
Como no puedo ni quiero luchar con mi tendencia de tratar de
encontrarle el lado positivo a las cosas, puedo decir que mi estadía en Holanda
en tiempos del Corona Virus me permitió tener un tête à tête con las obras de
los maestros holandeses como Veermer o Rembrandt en un poco concurrido
Rijksmuseum.
También me permitió estar prácticamente sola subiendo la
interminable y empinada escalera de la torre de la Nieuwe Ker (Iglesia nueva) de la
deliciosa ciudad de Delft, desde donde se puede apreciar una vista que quita el
aliento.
Otro cantar fue la vuelta, al aterrizar en el aeropuerto de
Barajas y tener que atravesarlo buscando la puerta de salida del Air Europa
para Montevideo. En ese trayecto apenas me crucé con algún otro pasajero con
cara de susto en un aeropuerto prácticamente desierto, sin free-shops ni cafés
donde tomarse la última caña o bocata, ahora si una gran cantidad de personas usaban
las máscaras,
dándole a la escena un carácter de película apocalíptica.
Ya aterrizada en Uruguay decidí ponerme en cuarentena en mi
casa. En mi caso fue un poco más difícil porque implicaba hacerlo en
solitario ya que mi marido no había viajado y no era realista pensar que por más
precauciones que tomáramos podíamos compartir la casa sin que en algún momento
se viera expuesto al contagio, si es que tuve la mala suerte de agarrarme el bicho
este. Así que por suerte nos prestaron un departamento en la Punta por unos días
y allí partió
mi marido, dejándome en la casa con nuestras mascotas.
Voy por mi tercer día de cuarentena, cuarentena que empezó
como algo voluntario, pero ahora un decreto del gobierno nacional la hizo
obligatoria y la verdad que por ahora no me va tan mal. Estoy aprovechando este
tiempo para hacer esas cosas en la casa para las que uno nunca tiene tiempo ni
ganas: ordenar placares y cajones, tirar cosas viejas, en fin, despejar la vida
de tanta cosa innecesaria que nos pesa, aunque no nos demos cuenta.
Es increíble como las cosas se acomodan solas, ya la
cuarentena en solitario parece haberme impuesto un ritmo propio que sigue la
luz del sol, me levanto y me acuesto temprano. Mantengo contacto con mis amigos
y familia por WhastsApp, sigo las noticias y mantengo un mínimo de presencia en
las redes sociales. Este tiempo lo siento como una oportunidad de hacer una
pausa, de mirar un poco para adentro, de hacer lo mismo que estoy haciendo con
la casa, de descongestionar la vida de cosas innecesarias.
Veo con preocupación como en un momento en que el mundo nos
recuerda que estamos todos interconectados, y un chino comiéndose un murciélago
en China resulta en que meses más tarde yo esté en cuarentena en mi casa en
Punta del Este, todavía hay gente que parece no entender que de este tipo de
cosas se sale entre todos y que actitudes alarmistas y discriminatorias no le hacen bien a nadie y lo único que hacen es sembrar el pánico en un momento que requiere de sensatez, cordura y solidaridad. A no lavarse las manos y que esto no sea un "Sálvesequienpueda". De esta solamente se sale juntos
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