martes, 21 de julio de 2009

Quiero tener un millon de amigos... (en facebook)



A veces pienso que si el tiempo que paso publicando boludeces en facebook como si a alguien le importara “mi estado”, monitorear mi humor hora a hora, minuto a minuto, ver si ese día me levante con el pie derecho o me cayó mal el café con leche de la mañana, si ocupara ese tiempo en otra cosa mi vida y mi persona se tornarían más interesantes.

Lo atrapante de facebook es que te da la ilusión de tener un público, una ciber-audiencia pendiente de uno. Quien escribe este articulo tiene este momento 177 amigos en el mundo cibernético, la verdad sea dicha que no tengo, tuve ni tendré 177 amigos, sin embargo parece que torturo a una gran cantidad de gente (asumiendo que no me han eliminado) con mis humores, mis ocurrencias, mis genialidades generalmente no demasiado geniales, numerosas fotos de mi mascota a falta de fotos de hijos, y a su vez me someto a leer innumerables comentarios sosos, a ver millones de fotos malas, y a inmiscuirme en la vida de gente que no me interesa demasiado.

Está bien, fanáticos de facebook, alguna cosa buena tiene: te permite ponerte en contacto con gente de la cual hace siglos habías perdido no sólo el teléfono sino la esperanza de verlos nunca más en tu vida. Si tenés amigos en otros países o en el otro hemisferio, te permite darles envidia publicando fotos tuyas chapoteando en el mar cuando en el otro lado se están c… de frio, te permite mandar y recibir invita ciones a eventos, fiestas, viene bien cuando querés darle envidia a algún candidato medio quedado publicando una foto abrazada del más buen mozo de la clase, oficina, gimnasio… no importa, se entiende la intención ¿no?

Facebook también tiene otra ventaja, te permite perder el tiempo en el trabajo olímpicamente y sin embargo si te miran de lejos y no ven tu pantalla parece que estuvieras trabajando, tal es la concentración que ponemos para ver esas fotos en bikini de aquella conocida, disimulamos con mucha calidad la sorpresa que sentimos ver que aquel otro ciber-amigo ya no se define como “casado” y que menganito al que no ves hace 10 años “está en una relación y es complicada”, o te tomas un tiempito haciendo un test de cuál es tu color favorito, o que fuiste en tu vida anterior, a que celebridad te parecés, o que posición te gusta del kamasutra. La cara y actitud de concentración engaña a cualquier jefe o supervisor, siempre y cuando él o ella no use facebook también, ahí hay problemas ya que conoce del tema y no se va a dejar embaucar tan fácilmente.

Dicen que facebook supera los 250 millones de usuarios, así que más vale rendirse al ciber-encanto de tener una red social a la cual podés no ver nunca en persona, la verdad que eso no es relevante ya que mientras prendas la computadora y encuentres a alguien dispuesto a interesarse por nuestra a veces rutinaria y banal existencia, sirve para darnos la ilusión de que no estamos solos y al fin y al cabo, eso es lo único que importa.

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