Foto de Alvaro Perez Tort |
Y se prendieron más de 300 velas. Cada una de ellas representó un
recuerdo, una vivencia, una anécdota, de los muchos que se acercaron al Muelle
de Mailhos la noche del 10 de febrero.
Unas 500 personas respondieron a la convocatoria de un grupo de
vecinos de Punta del Este.
La consigna era simple: “Una vela por el Muelle de Mailhos”. La
idea: rescatar este pedazo de la historia de Punta del Este del olvido en el
que parecía sumido.
Empezaron a llegar temprano, cuando aun no se había puesto el sol.
Familias, matrimonios mayores, grupos de amigos, abuelos con nietos. Todos
querían ayudar de alguna manera, colocando los improvisados fanales, prendiendo
las velas, juntando firmas. Todos los allí presentes sentían este pequeño
muelle como suyo, querían ser parte de esta silenciosa manifestación. Muchos
trajeron sus velas y sus ganas de compartir historias que tenían este lugar
privilegiado como escenario.
El entusiasmo de la gente era palpable, unos niños aparecieron con
unas pancartas que decían “Reparen el Muelle”, esto arrancó un aplauso
espontáneo de los allí presentes. La noche que se perfilaba como húmeda y
ventosa, se hizo cómplice y se calmó, invitando al disfrute. El espectáculo
del muelle iluminado, bellísimo, como lo son las cosas sencillas, hechas con
amor.
El encuentro de anoche dejó en claro que este rudimentario muelle
y su playa, tienen un gran valor afectivo para la gente de Punta del Este y
generaciones de veraneantes que han sabido disfrutar de ellos en los últimos
sesenta años.
Ahora queda el resto de la tarea, las peticiones, solicitudes,
entrevistas, los trámites que avalen lo que 500 ciudadanos ya decidieron, que
el Muelle de Mailhos es parte intrínseca de la historia de Punta del Este. La
noche del 10 de febrero del 2013 quedó probado con creces.
Foto de Arturo Encinas |
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