miércoles, 6 de octubre de 2010

Ni la muerte nos separa

Cada vez que navego por Facebook me sonríe, desde la sugerencia: “Personas que quizás conozcas”, una chica que murió repentinamente hace unos meses.
Según los datos que se manejan de esta gigantesca red social con más de 500 millones de usuarios, en la actualidad hay más de 16 millones de muertos que tienen su perfil online, y este no puede ser borrado sin tener la contraseña que los usuarios utilizaron para crearlos.

Facebook permite congelar la cuenta de un familiar o amigo muerto, después de llenar unos engorrosos formularios probando que teníamos algún lazo con la persona y esta efectivamente falleció. La cuenta entonces queda en una suerte de limbo, ya no aparece en las búsquedas y solamente los amigos pueden ver el perfil y dejar mensajes en el muro.

Parece ser que sólo los familiares directos pueden pedir que la cuenta sea definitivamente desactivada y no creo que esto sea un trámite fácil, ya que esta popular red social no tiene muchos requisitos a la hora de crear una cuenta, pero nos hace prácticamente imposible borrarla. La idea es que una que vez dejemos este mundo sigamos ahí, colgados en el ciberespacio en una especie de conmemoración de nuestro exhibicionismo virtual.

Debo decir que no estoy del todo convencida con la idea que trata de promover Facebook, de mantener los perfiles de los muertos en línea, convirtiéndolos en mausoleos virtuales, donde los deudos puedan hacer catarsis.

¿No sería más fácil que después de un tiempo prudencial en el cual la cuenta no registra movimiento, esta se desactivara automáticamente? Hay algo de omnipotencia en pretender controlar las cuentas de los que ya dejaron este mundo, en condenarlos a seguir allí, a la vista de todos, indefensos, congelados en esa última foto que eligieron para el perfil, sin saber que forzosamente serian recordados de tal o cual manera.

Sin ánimo de ser macabra, tiene otro peso elegir la foto del perfil, si pensamos que esta es la imagen por la cual seremos recordados, ¿no es cierto?

El día que me muera por favor bájenme de Facebook. Sé que estoy dejando una misión prácticamente imposible a los familiares y amigos que me sobrevivan, es por eso que con mi testamento voy a dejar la contraseña para que mi ego y yo podamos finalmente descansar en paz.

1 comentario:

hildi dijo...

hay flopita tenés toda la razón ... yo lo pienso siempre , y hay varios q conozco q ya no están y siguen ahi !!! mmm pobres , la verdad q este mundo es raro , muy raro !!
pero tenés q hacer otra publicación que hable de la info del facebook , q aunq te borres ellos se quedan con toda tu info !!
o sea ya tienen nuestras vidas , idas y vueltas en fotos y comentarios ... puede ser un arma de doble filo para muchos (dicen CIA FBI metidos) ... mmm yo q se ... es raro todo ...
besooooo