jueves, 2 de junio de 2011

Depende del cristal con que se mire

Dónde algunos ven inmensas dunas y paradisíacas playas desiertas, otros no ven más que tierra improductiva que sólo sirve para “lagartear” y es candidata a ser privatizada y vendida en lotes al mejor postor.

Mientras unos promueven “Uruguay Natural”, otros parecen no darse cuenta de cuáles son las cosas que nos hacen merecedores de ese nombre.

Dónde algunos ven encantadores barrios residenciales de nobles casas emplazadas en amplios jardines, otro no ven más que terrenos aptos para construir enormes moles de cemento de estética dudosa.

Dónde algunos quieren promover calidad, otros sólo se preocupan por la cantidad.

Mientras unos hablan de redistribución y la necesidad de aumentar los impuestos, otros tratan de crear nuevas fuentes de trabajo.

Mientras unos prefieren seguir insistiendo con el pasado, otros se preocupan por tratar de construir el futuro.

Dónde algunos buscan crear nuevos cargos públicos, otros favorecen la austeridad y la eficiencia.

Mientras unos promueven el crecimiento indiscriminado y oportunista, disfrazándolo de progreso, otros luchan por promover un desarrollo sustentable y ordenado.

En un Uruguay dividido en más de una forma, parece que ponernos de acuerdo es prácticamente imposible. Las distintas visiones que existen del país, en muchos casos diametralmente opuestas, conviven y chocan, anulándose entre sí, borrando con el codo lo que escribimos con la mano.
Existe la posibilidad de que este discurso bipolar sea una estrategia deliberada para distraer la atención de otros asuntos más graves y urgentes, y no el producto de una crisis de identidad, lo que sería todavía más preocupante.

Nos vendemos como un país natural, pacífico, confiable y relativamente seguro. Como si de un juego de mesa se tratara, avanzamos tres casilleros en esa dirección y de golpe retrocedemos cuatro, dejando a gran cantidad de la población en un estado de perplejidad y descreimiento. Lo que definitivamente no podemos decir es que somos es un país coherente, ya que parece que no conseguimos ponernos de acuerdo en cuál es la imagen que queremos proyectar.

“Uruguay ofrece inagotables paisajes naturales y un sinfín de maravillas históricas a pocos kilómetros de distancia que lo hacen un destino natural por excelencia. Playas desiertas o colmadas de glamour, praderas naturales o extensos bañados, avistamiento de aves o de ballenas, aguas termales o centros históricos patrimonio de la humanidad, son sólo algunas de todas las opciones que Uruguay le ofrece al visitante. La conservación y cuidado del medio ambiente, posicionan a Uruguay dentro de los países con mejores indicadores de sustentabilidad, reconocido por múltiples organismos internacionales.” Esto es un extracto de la página web del Ministerio de Turismo. En ella se habla de la sustentabilidad, y del cuidado del medio ambiente entre otras cosas.

En aras de la coherencia, tratemos de ponernos de acuerdo acerca de qué tipo de país queremos, porque mientras algunos buscan promover una nación de inagotables paisajes naturales y un sinfín de maravillas históricas, otros boicotean lo que su propio ministerio promociona.

2 comentarios:

hildi dijo...

grs flo x escribir de esto y de todo lo q sucede xq algo hay q hacer, y x algo se empieza , no se cómo y qué se puede hacer ... pero ya no se puede creer !!!! es de tanta ignorancia el tema , tanta burrada , que da miedo !!!

hildi dijo...

Flo grs x compartir esto q ya es muy fuerte !! que se puede hacer además de juntar firmas ??
es de tanta ignorancia esto q sucede, una burrada tal q no se puede creer, da miedo !!!